4 de julio de 2014

Un pensamiento de Ramón Pérez de Ayala

Los genealogistas pensamos casi siempre en el pasado, en los ancestros, quienes fueron y qué huella dejaron, pero nos olvidamos con frecuencia del futuro, de aquellos que nos sucederán y que nos tendrán como referencia. Sin embargo, ascendientes y descendientes formarán parte de un mismo árbol familiar y a partir del estudio de todos ellos podrá verse la evolución de una familia. En las siguientes líneas transcribo un pensamiento de Ramón Pérez de Ayala publicado hace exactamente 100 años y que me parece de plena actualidad.

"El verdadero valor social de una nación está en sus niños, adolescentes y jóvenes: nunca en sus hombres y ancianos. Una nación es actualmente grande y poderosa, según la capacidad de sus posibilidades... Para el buen ciudadano, la grandeza del pasado y de los antepasados, no es motivo de jactanciosa pereza, sino origen de fuerte responsabilidad, que le obliga a superar lo ya conseguido, o cuando menos, a mantenerlo incólume. No debemos envanecernos de nuestros padres, que no hemos elegido, sino de nuestros hijos, que son obra nuestra, y a través de ellos todo el mañana social [...]".

Almanaque Bailly Bailliére, 1914, p. 3.