24 de octubre de 2017

Cien años no son nada



El periódico español El Imparcial, iniciaba su edición del 24 de octubre de 1917 con una noticia que se titulaba: "Desconcierto, ansiedad". Leyendo sus primeras líneas, podría parecer que las hubiera escrito hoy mismo algún periodista en relación al conflicto de Cataluña, y no hace 100 años, como así ocurrió. El artículo comienza de esta manera:

"Como desde hace algunos días a cada momento creemos, y no sin fundamento, que la situación política ha llegado a su máximo de gravedad, apenas si nos atrevemos a escribir que en la tarde de ayer, pareció alcanzar el conflicto el límite extremo de su agudización. Pero, lo repetimos, ya no nos aventuramos a suponer que estamos próximos al desenlace, cualquiera que este sea. Esta suprema crisis nacional, sin precedentes, ofrece a cada instante una nueva fase que supera en gravedad a la anterior y aumenta la preocupación y el desconcierto. Porque ésta es la palabra; por lo menos, la que expresa más propiamente el estado de nuestro ánimo: desconcierto enorme, confusión como nunca lo hemos experimentado.

¿Y quien no se sentirá embargado por estos sentimientos? Vivimos en pleno absurdo desde hace unos meses; pero lo que ocurre a partir de las últimas semanas es inconcebible. Las mismas apariencias exteriores de paz y de normalidad completan la inverosimilitud de las circunstancias. Los elementos fundamentales de la nación, Ejército, Poder público, Parlamento, fuerzas políticas, hasta el alto poder que concierta y modera a todos los demás, aparecen fuera de su natural emplazamiento y en contraposición unos con otros. ¿Cómo simplificar esta disociación, este conflicto extremo, pretendiendo explicarlos por la vulgar resistencia de un Gobierno que defiende el Poder por apetitos de mundo o por rivalidades políticas, indiferente a los terribles peligros que esa supuesta insensatez suya habría de engendrar? [...]".

No es mi interés tratar de asuntos políticos de actualidad, ya que no es objeto de este Blog, a pesar de toda la serie de falsos justificantes históricos que pretenden darse a muchas de las pretensiones de los independentistas catalanes, que sí serían objeto de tratarse en este espacio. Sin embargo, resulta curioso apreciar cómo cien años no son nada en la Historia, y aunque cambie el contexto político y social en cada periodo histórico se mantienen, en su esencia, los mismos sentimientos y actitudes de la sociedad de cada época ante las graves situaciones de incertidumbre política.